miércoles, 11 de noviembre de 2015

Vida

El suicidio está a la orden del día, se disfraza multiforme yendo hacia el mejor postor. El alma se ha puesto en venta, dice que se ha cansado de esta degradación, del inframundo en el que vivimos, de las promesas neoplatónicas, del olor a café por las mañanas, del terrible insomnio por las noches. Del sueño de una noche de verano que nos brindaba paz en sus susurros.
¡Ay vida! Vida, vida, vida mía...
Cuando nos nublas la mente y nos haces odiarte...
¡Ay vida! Vida, vida, vida mía...
No nos abandones en nuestros delirios existenciales.






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