Ella,
entra en la casa,
vacía y sola.
La casa llena,
el alma seca
ahogada de ruidos y voces
que no quiere oír,
que no quiere ver
que solo soñarse
volando a tres pisos sobre el suelo,
tú y yo a tres pisos sobre el cielo.
¿Sabes qué sensación es?
La de la muerte.
Me sorprendo deleitándome al ver tu trágica calavera desgajada contra el suelo.
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