Tenía los ojos cansados de soñar, la vida pasaba a golpes de tambor, distorsionando la realidad como un caleidoscopio. ¿Qué será de nosotros? ¿De tu voz, de tu sonrisa? ¿Qué será de la felicidad que sentía a tu lado? Todo se disipa, va desapareciendo lentamente, haciendo de mi corazón un cobarde que ha perdido a su verdugo.
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